Para investigar sobre los textos sagrados creo que lo ideal sería aprender el idioma en el que fue originalmente escrito, por ejemplo: hebreo y arameo para leer la Torá y la Tanaj, también conocidos como el Antiguo Testamento en el cristianismo y griego para leer los textos del Nuevo Testamento, en su formato original. Pero por falta de tiempo y recursos lo que nos queda es confiar en las traducciones y tener más de una si es posible para poder comparar y así captar el verdadero mensaje. Para los que están interesados (como yo) en las traducciones al español de la biblia, pueden mirar un poco en la Wikipedia haciendo clic aquí.
Otra cosa que hay que tener en cuenta para la investigación es de dónde vienen las fuentes. El común de la gente considera como verdad absoluta las publicaciones que encuentran en su muro de Facebook y no verifica si la información procede de alguna entidad seria o de algún bromista que se quiere aprovechar de esta ignorancia generalizada. Y si uno se basa en fuentes de información serias, tiene que verificar qué corriente de pensamiento manejan. Actualmente en mi país (Argentina) hay algo así como dos facciones políticas: el Kirchnerismo y el Anti-Kirchnerismo; y si uno quiere saber sobre el accionar sobre alguna de las figuras de los partidos tiene que tener en cuenta que hay medios que hablan bien de un bando y mal del otro y viceversa, siempre exagerando los atributos positivos y negativos. Con los textos sagrados tenemos que tener la misma precaución, por ejemplo: el escritor Zecharia Sitchin publicó su propia versión de los textos de las tablillas sumerias que, si bien resulta bastante interesante leerlos, no proporciona datos fidedignos. Cuando queremos estudiar los textos judeocristianos tenemos que tomar en cuenta de qué dogma proceden. El cristianismo protestante, por ejemplo, no acepta siete libros y partes de otros dos, que el catolicismo si acepta y así mismo los ortodoxos etíopes aceptan muchos otros libros más que los católicos no aceptan.
Retrato de Cesar Borgia que se asemeja a la imagen popular de Jesucristo. |
El avión de flores. Ilustración del libro Chitra Ramaiana. |
Sin más que agregar (por ahora) me despido de ustedes (sean quienes sean) y que el Dios de dioses los bendiga.